La realidad toma forma cuando conecta con tus emociones que articuladas a tu sistema de creencias, van a influir directamente en tus reacciones y patrones de conducta en general.

Dado lo anterior, la dinámica real de tu vida, contrario a lo que puedas creer, no está fundamentada en lo ocurre a tu al rededor, sino en la lectura que haces de cada vivencia.

En fracciones de segundo nuestra mente califica o descalifica lo que ve, activando corrientes subterráneas de energía que nos llevan a identificar señales de posible peligro y a tomar decisiones de cómo reaccionar en función de estas.

La magia está en poder detectar cuando la vida nos esta mostrando a través de la experiencia, algo que debemos cambiar en la forma como vemos y calificamos nuestra realidad.

Para que esto suceda necesitas hacerte cargo de ti. La responsabilidad de la realidad que creas en función de lo que crees, es tuya, por que nadie tiene más poder de resolver o rediseñar tus modelos mentales que tú.

Ejercicio:

• Elige una situación de tu vida
• Asume la responsabilidad de lo que te corresponde en esa realidad, la que crees ver y la que es.
• Encontrarás una brecha entre lo que crees y lo que es, para cerrarla revisa tu sistema de creencias, observa el torrente de tus emociones y los juicios de tu mente.
• Aísla los dictámenes de tu ego, ya que este siempre querrá tener la razón, justificarse o culpar.
• Usa la respiración como herramienta, inhala profundo por la nariz y exhala por la boca tres veces y pregúntate: ¿Qué es lo que la mejor versión de ti debería hacer o haber hecho en la situación que has elegido para este ejercicio?
• Desde la humildad y la compasión hacia ti mism@, reconoce como puedes cambiar los resultados de la experiencia y trata de migrar a este escenario. Con la práctica le enseñarás a tu mente a funcionar de formas distintas a las que esta habituada, rediseñando así, tus patrones de comportamiento y tus reacciones frente a hechos parecidos.

Recuerda, tu mente y tus emociones te pertenecen, no tu a ellas. Esto significa que diriges la forma de elegir tus pensamientos, articular tus emociones y modular tus reacciones, llevándote a acciones coherentes con la paz que reside de manera natural en la esencia de tu ser.